La elección de la forma jurídica de la empresa debe ser objeto de un análisis minucioso, ya que puede llegar a repercutir en el propio patrimonio del empresario y en el de los socios fundadores. Los criterios generales a tener en cuenta al efectuar la elección son:
-Tipo de actividad a ejercer, si conlleva alguna exigencia legal o no.
-Número de socios.
-Responsabilidad (limitada o ilimitada).
-Capital mínimo exigido ( aportación de dinero, bienes o trabajo).
-Aspectos fiscales (Según la forma jurídica puede estar sujeta al IRPF o al Impuesto de Sociedades).